Formigal
es una moderna estación invernal del Pirineo
Aragonés, entre cuyas modernas construcciones
sobresale la menuda fábrica de la iglesia del
Salvador. El templo es en realidad originario de la
aldea abandonada de Basarán, fechado en el siglo
XI y trasladado piedra a piedra hasta Formigal. Consta
de una sola nave con doble ábside semicircular,
puerta de arco de herradura y esbelta torre, constituyendo
un bello ejemplo de la arquitectura mozárabe
altoaragonesa. Su interior ha sido enriquecido con una
pila bautismal del siglo XII procedente de Ruesta, un
benditero del XVII, así como con pinturas murales
del XIV que decoraban anteriormente la ermita de la
Virgen en Basarán.
La
talla mariana de Nuestra Señora del Cantal recibe
especial culto en el templo, venerada como patrona del
lugar y adoptando su nombre de una cercana y señera
cumbre. Se celebra su fiesta a principios de agosto.
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