Bella portada, en la iglesia de Santiago, en la que se observa a
la Virgen María sedente, sujetando al Niño Jesús, adorado por los Reyes. Es obra
del maestro de Agüero
trabajó (él o su taller) en la segunda mitad del XII.
Posee un estilo muy
personal; destacando los almendrados ojos de los
personajes tallados; como "ojos de insecto". También el esmerado trabajo de las
vestiduras de los mismos, que se decoran con líneas que muchas veces acaban en
espirales y se realzan con pequeñas muescas convergentes en las mismas. La
expresividad de sus creaciones es magnífica.
Enviado
por Iñaki.
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