La cripta de Santiago es de una bella sencillez en su elaboración. No se
ha permitido ningún "lujo" en la misma. Y por no tener no tiene ni siquiera
vano. Una bóveda de cuarto de esfera perfectamente articulada con corto tramo de
medio cañón, y nada más. Incluso el sitial del sacerdote se labró en la piedra
viva, tras el altar.
Enviado
por Iñaki.
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