Después de Montserrat, la advocación de Núria es, la más conocida y popular en
Cataluña. El santuario, situado a 2000 metros de altitud, se erige al pie de la
soberbia montaña de Puigmal.
Cuenta la
tradición que el caballero Amadeo de Dalmacia, en el año 1074, llegado por un
aviso del cielo, encontró en el corazón de la hondonada del valle de Anúria la -
piedra blanca - que le habría sido descrita en sueños por un ángel en su lejana
ciudad de Dalmacia. Dio cuenta del prodigio a los pastores. Estos excavaron en
el lugar y apareció una cueva; y dentro de la cueva la imagen de la Virgen.
Junto a la imagen aparecieron también una campana y una olla, que con los años
entraron también en el acervo popular.
La
tradición popular atribuyó la talla de la imagen de la Virgen a San Gil Abad,
que habría escondido en el momento de partir. Gil fue un ermitaño que procedía
de Fosses Marianes (cerca de Nimes) y habría llegado a Núria en el siglo VIII,
huyendo del rey godo Witiza.
Todos
los historiadores coinciden en afirmar que el origen del santuario se pierde en
la nebulosidad del alto medievo. Lo cierto es que la devoción a la llamada -
Virgen de los Pastores - precede, en muchos siglos, a todo rastro documental.
Está, asimismo, claro que mucho antes de llegar San Gil a la zona, el nombre de
Núria, o Anuria, era ya popular entre los pobladores que la
habitaban.
En el
año 1087, el valle de Núria fue cedido al monasterio de Ripoll por el conde
Guillem - Ramón de Cerdanya. Aquí encontramos la primera constante que nos
relacionará con el culto mariano: los benedictinos. Como en Montserrat, el Mont,
el Coll y tantísimos santuarios medievales, cabe suponer que algún monje con
vocación de eremita erigiría en el lugar una ermita a Santa María que, por su
situación estratégica tuvo enseguida devoción por parte del pueblo.
Existe
un documento del papa Alejandro III, del siglo XII, que testimonia la devoción
que ya en aquella época se profesaba a esta imagen y las gracias concedidas a
los fieles que acudían a venerarla. En 1338 el arzobispo de Aviñón, junto con
los obispos de la archidiócesis, extiende una singular bula de indulgencias a
favor de la advocación. Continúan las indulgencias papales, de Clemente VIII en
1598 y aumenta la popularidad del santuario.
Entre
1639 y 1642 se erigió una iglesia de nueva planta. Se habla también de un
albergue con 20 habitaciones. En 1728 se inauguró el suntuoso camarín regalo de
don Guillem de Rocafull i Rocabert, conde de Peralada (Girona), hizo también
cincelar un artístico frontal para el altar mayor.
En 1883
se colocó la primera piedra de la iglesia actual, un edificio moderno de factura
neorrománica. Fue consagrada en 1911 y se completó definitivamente en 1964 con
la construcción del campanario y la introducción de determinadas reformas en la
parte frontal.
A
partir de 1460 la custodia de Núria pasó al párroco de Queralbs. Desde que en
1428 un terremoto afectó profundamente a las dependencias.
La
imagen (siglo XII - XIII) respira en su totalidad sencillez y tiene rasgos
bizantinos. La Virgen carece de velo y lleva el pelo peinado hacia atrás. Está
entronizada, viste túnica roja adornada con estrellas amarillas y lleva un
extraño manto, azul oscuro, que se ha identificado a veces con una zamarra de
pastor. Protege con ambas manos al Niño que, con la diestra, imparte la
bendición. Éste está sentado en la rodilla izquierda de la Virgen, viste túnica
azul y toga colorada. El conjunto escultórico es de reducidas dimensiones: 56
centímetros la Madre y 31 el Hijo.
En 1756
se fabrica en Viena un grabado al cobre de la Virgen de Núria. La devoción se
divulgaría a través de las tropas del archiduque Carlos de Austria, durante su
estancia en Barcelona (1707 - 1712).
La
imagen de la Virgen , únicamente salió del santuario el 19 de julio de 1936,
salvada a duras penas de los peligros de la guerra civil, y permaneció tres años
en Suiza de donde volvió para ser entronizada nuevamente en Núria en febrero de
1941.
El
primer milagro se sitúa en el siglo XIV, nos habla de como la Virgen guardó de
todo mal a un zagal y una yegua que se cayeron desde una alta roca.
Existe
en el templo una tradición según la cual las mujeres estériles o con
dificultades para quedar embarazadas deben meter la cabeza en la olla que
apareció junto a la Virgen. Cuando las mujeres hacen esto, al mismo tiempo, se
toca la campana que había enterrada al lado de la Virgen el día de la
aparición.
El
poeta Verdaguer, en su inmortal Canigó (1886) dedica preciosos fragmentos a la
advocación de Núria. Joan Maragall, inspirado en el hermoso valle de Núria,
escribió una de sus canciones más conocidas (23 de agosto de 1894), musicada
posteriormente por Joan LLongueras.
Es
Patrona principal de la Diócesis de Urgel. Se venera en la Capella de Queralbs,
Ripollés. Fue
coronada canónicamente en 1967. Se
celebra su fiesta el 8 de septiembre.
Texto
e Imagenes enviados por Francisco Alonso.
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