Esta imagen, vestida, preside el Santuario das
Ermitas,
en el pueblo llamado así en su honor.
Este santuario, según comentan historiadores y críticos
de arte, es una de las más bellas edificaciones religiosas de
Galicia.
Su devoción, que viene de tiempos antiquísimos (cuando
en el monte de su ubicación, en una plataforma de peñascos abruptos, sólo
existían algunas "ermitas" en las que se veneraba la Pasión Sagrada de
Jesucristo, con la presencia en ellas de la Madre), atrae como un potente imán
religioso a las gentes de muchos pueblos de Galicia, no sólo del entorno
cercano, sino también de muy lejos; e incluso sobrepasó las fronteras de
Galicia, para llegar hasta tierras de Zamora (en la comarca de Sanabria) y de
León (en la cuenca del Bierzo).
Tanto el edificio del Santuario, como la devoción a la
Santísima Virgen que lo ha hecho posible, ha sido recientemente objeto de muy
documentados estudios históricos. Durante más de un siglo, en torno al Santuario funcionó,
con abundantes vocaciones al sacerdocio, un Seminario Menor, en el que los niños
y adolescentes de la zona (sobre todo) cursaban los cuatro primeros años de sus
estudios de preparación para el sacerdocio. Son todavía muchos los sacerdotes
diocesanos vivientes que disfrutaron esta experiencia de la formación primera, a
los pies de la Madre y Señora de Las Ermitas.
Texto
de José Anta Jares.
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