Patrona de la Ciudad.
La historia de la Imagen que se venera en Corella, como
Patrona de la ciudad, se pierde en la maraña del siglo XVI. Ciertamente es más
antigua y su estilo recuerda las góticas tallas del XIII y del XIV.
La leyenda, que es complemento de la historia, nos habla de
un pueblo situado precisamente en el suelo ocupado por la Ermita, y de unos
pastores vecinos del lugar, que un día de asombro y de ventura, descubrieron la
Imagen sobre una rosa nacida de milagro en los montes de Argenzón.
Un cuadro del siglo XVII, conservado en la subida del
camarín, recoge esta leyenda, y la interpreta con una procesión encabezada por
el Cabildo y autoridades, que salen con sus andas vacías a recoger la Imagen,
desde las puertas parroquiales de una población titulada así: «Villa del
Villar»... Más verosímil sería pensar que la imagen procede del primitivo
convento cisterciense de Fitero; no del actual, construido en bellísimo románico
a la orilla del Alhama, sino del otro, del que estuvo sobre el Yerga en el duro
paraje de Nienzabas, donde todavía existen las ruinas de la Iglesia.
No había pueblo en el Villar, pero sí alquería, cuyo nombre
enlaza etimológicamente con los caseríos o «villas» romanas, que tanto abundaron
en la región corellana, y allí se levantó, no sabré cuándo, la primera Ermita
dedicada a la Virgen de la Rosa.
Durante el siglo XV, siglo de guerra y peste, la alquería.
vendría a menos y la Ermita a más; la devoción a la Virgen del Villar arraigó,
como arrraigaba en España entera, el amor a María Santísima, y en julio de 1549,
Paulo l, accediendo a la petición del vecindario, concedió al Ayuntamiento el
patronato de la Ermita.
Este viejo pergamino Pontificio es el primer eslabón
documental, pero también el más importante eslabón histórico, porque demuestra
varias cosas: en primer término, una fuerte corriente popular de devoción
Mariana; en segundo, una desaparición de los habitantes de la «Villa», custodios
naturales de la Imagen, hasta el punto de ser el Ayuntamiento quien debiera
encargarse de la Ermita. Este siglo XIV está lleno de alusiones a la
Imagen.
Al correr de los años, ha aumentado continuamente la
devoción popular a su Patrona, y en el siglo XVIII se imprimieron de Ella
infinidad de estampas.
En el siglo actual se han realizado los dos actos Marianos
más importantes de la santa Patrona. Uno, la declaración de Alcaldesa de Honor
de la ciudad, y otro, su Coronación Canónica. Aquél tuvo lugar el 24 de enero de
1948 con ocasión de nombrarme a mí Alcalde honorario de la ciudad. Este se pidió
a Roma la Coronación Canónica de la Virgen, y con la aprobación debida, se
realizó la ceremonia el 10 de junio de 1956.
He dicho que la imagen parece de fines del XIII o principios
del XIV; lo digo únicamente por ciertos detalles de la talla y, sobre todo, por
la posición clásica de la mano derecha, que entre sus dedos tiesos aprieta una
granada, en la cual se ha hecho un agujero, para colocar una rosa; pero es
imposible hacer sobre Ella un estudio profundo por la cantidad de retoques y
sobre todo de mutilaciones que ha sufrido.
(Tomado de la obra: «ARTE RELIGIOSO EN UN PUEBLO DE
ESPAÑA» de D. José Luis de Arrese)
Su Fiesta se celebra el tercer domingo de Pascua.
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