Esta imagen
románica del siglo XII mide 90 centímetros de altura. Toda ella nos revela
antiguedad: a) El hieratismo de su posición: El niño se sienta en el
regazo de la Virgen cuyo rostro es alargado y severo, con un mirar vago e
indefinido que le da aire de majestad. b) La tosquedad del modelado y cierta
irregularidad de las líneas. c) La banqueta en que se posa: sencilla, sin
adorno ni molduras, con un pequeño saliente que le sirve de respaldo. d) La
disposición de sus vestidos, con pliegues simétricos y amanerados. e) El
arete que circunda la frente de la Madre y del Hijo, arete que terminaría en
flores de lis, probablemente. Esta Virgen que durante años estuvo en la Iglesia
del pueblo antiguo, se bajó en 1974 a la Parroquia de San Esteban sita en la
calle Iruñalde.
Enviado
por Iñaki.
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