Esta pequeña talla de la virgen, perteneciente a la iglesia parroquial de la
localidad de Cortes, es una de las piezas más bellas y originales de la
imagineria mariana que se pueden encontrar en nuestra región. No es, sin
embargo, originaria de ella, ya que, al igual que las de Huarte y Roncesvalles,
fue importada, si bien en este caso su lugar de procedencia no es Francia sino
los Países Bajos, concretamente la ciudad de Malinas. El origen malinés de
nuestra escultura, patente, como veremos, en sus características formales y
estilísticas, está asegurado por la presencia de la letra M en el frente sobre
la oria del manto. Los talleres escultóricos malineses, que inician su
actividad a mediados del siglo XV, tendrán como producción típica unas
estatuillas de pequeño tamaño y tema femenino, preferentemente Vírgenes con
Niño, denominadas "Poupées" de Malinas. En todas ellas encontramos unos rasgos
físicos muy característicos y un tipo de indumentaria común, que se encuentran
perfectamente ejemplificados en la Virgen de Cortes. El rostro es redondeado,
con mejillas llenas, cejas curvas bien dibujadas, ojos pequeños, y nariz y boca
menudas, dominado todo ello por una frente amplia y abombada. El atuendo se
compone siempre de las prendas que vemos en esta obra: las faldetas,
perceptibles sólo por la parte inferior, la saya -traje de encima muy ajustado
al cuerpo-, la camisa, visible a través del escote cuadrado de la saya, y el
manto, cruzado por delante a modo de delantal. También el curioso tocado
-"brioche"- en forma de rollo es característico de este tipo de imágenes. Su
policromía a base de oro con algunos toques de color en las orlas es la habitual
en las tallas malinesas. En cuanto a la cronología de esta imagen, una teoría
tradicional, muy arraigada, la suponía regalo de la reina doña Blanca al pueblo
de Cortes al regreso de su peregrinación al Pilar de Zaragoza en 1433. Pero esta
tesis debe ser desechada, pues la producción de los talleres malineses, de los
que esta obra procede, empieza con posterioridad, a partir de mediados de siglo.
Teniendo en cuenta la trayectoria de tales talleres y la estrecha semejanza de
esta Virgen con sus creaciones de fines del XV e inicios del XVI, cabe situarla
hacia 1500.
RESEÑA DE SU RESTAURACIÓN
Es una
talla flamenca donada en 1.433 por Blanca de Navarra. Ha terminado ya la
restauración de la denominada " Virgen del Pilar" de la parroquia de Cortes de
Navarra. El trabajo lo ha llevado a cabo el restaurador pamplonés José María
Rodríguez Azcarate. La imagen, según el Catálogo Monumental de Navarra, es la
pieza más valiosa que se conserva en la sacristía de dicha parroquia. Se trata
de una talla "flamenca de mediados del siglo XV, donada según la tradición por
Blanca de Navarra en 1.433, con policromía de la época a base de blanco
marfileño y oro; obra de exquisita belleza, la Virgen lleva cabello largo y el
característico tocado flamenco y sostiene al niño en brazos. Fue adaptada para
Virgen del Pilar y venerada con esa dedicación en su correspondiente retablo de
la iglesia". Antes de ser llevada a cabo la restauración, la imagen
presentaba numerosos agujeros y oquedades, faltándole trozos de pliegues del
manto así como algunas partes del dorado y policromado, teniendo igualmente
dañada parte de la cabeza al haberle sido encasquetada una corona -sin valor
artístico- para convertirla en Virgen del Pilar. De hecho, al ser venerada en
los últimos tiempos bajo esa advocación, la talla figura situada sobre una
columna al estilo tradicional de la imagen zaragozana. José María Rodríguez
Azcarate, una vez que la imagen estuvo en su estudio, procedió a realizar una
limpieza general de la talla. Posteriormente le inyectó diversos productos de
consolidación y le añadió las piezas o trozos de piedras que la imagen había ido
perdiendo con el paso del tiempo, reparando los pliegues del manto, la parte
superior de la cabeza, cubriendo los agujeros, etc. Asimismo ha repuesto el
dorado y policromado en aquellas zonas en que había desaparecido. Tras la
restauración, han quedado muy visibles en el manto las dos señales de "M"de
Malinas, lo que autentifica que la talla fue realizada en Flandes por la escuela
de Malinas. La talla es una joya del patrimonio artístico de Navarra. En ella
destaca a diferencia de la mayoría de las imágenes de la Virgen existentes en
Navarra, sus rasgos del más puro estilo flamenco, especialmente apreciables en
la cabeza: nariz pequeña, frente abombada, pelo echado hacía la frente muy
despejada, dentro de la que podría considerarse como la moda flamenca de la
época. Dentro de poco tiempo, una vez finalizadas las obras que se están
realizando en la localidad de Cortes de Navarra, la imagen volverá a dicha
localidad donde será expuesta de nuevo a la veneración de los fieles,
adoptándose las medidas de seguridad pertinentes. Lo que se desconoce todavía es
si la imagen volverá a ser adaptada de nuevo a "Virgen del Pilar" o mantendrá,
como en sus orígenes y durante siglos su propia personalidad.
®PMM
Enviado
por Iñaki.
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