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                     SANTA MARÍA - BARGOTA

   Este lugar se encuentra presidido por el retablo mayor dedicado a la Asunción de la Virgen que realizó entre 1584 y 1589 el escultor de Viana, Diego Jiménez I, hijo de Francisco Jiménez, tras sostener un pleito con Bernal de Gabadi. Presenta una traza en artesa bastante ordenada , sucediéndose en altura un amplio sotabanco, un banco y dos cuerpos con tres calles y dos entrecalles. El cuerpo primero se articula por un orden gigante de columnas en ambos extremos mientras que la calle central y las entrecalles presentan arcos de medio punto entre machones acanalados que culminan en ménsulas; las calles extremas son cajas coronadas por frontones curvos. En el segundo cuerpo aparecen calles y entrecalles adinteladas que se articulan por un orden compuesto de columnas de fuste acanalado, rematando las calles extremas en pequeños frontones rectos. Sirve de culminación un pequeño ático entre volutas con frontón triangular ornamentado con motivos vegetales barrocos.
  Desde el punto de vista iconográfico se suceden en los óvalos del sotabanco los relieves de los Evagelistas -San Marcos, San Juan, San Mateo y San Lucas- y sobre ellos se sitúan los pequeños óvalos del banco donde se representan relieves de los Santos Padres de la Iglesia reclinados -San Ambrosio, San Gregorio, San Jerónimo y San Agustín-. En el primer cuerpo se localizan los relieves del Nacimiento de la Virgen y la Anunciación enmarcando a los bultos de San Pedro, la Asunción de la Virgen que ocupa la hornacina principal del retablo y San Pablo. A continuación en el segundo cuerpo alternan los relieves de las calles con las esculturas de las entrecalles, sucediéndose, de esta suerte, la Visitación, San Sebastián, la Coronación de la Virgen, San Roque y la Dormición. En el ático hay que citar, por último, un busto del Padre Eterno bendiciendo.
  Tanto relieves como esculturas presentan un estilo romanista pleno con predominio de pliegues lanosos y anatomías exageradas, dejándose sentir la huella de Anchieta en la escena de la Anunciación donde se repite fielmente el modelo del retablo de Santa María de Tafalla. No obstante, el autor del retablo de Bargota -igual que el de la cercana parroquia de Aras- obra también de Diego Jiménez I, muestra cierta torpeza técnica, sobre todo en las escenas relivarias donde son frecuentes las actitudes forzadas con violentas torsiones de cabezas, así como numerosas incorrecciones en el tratamiento del canon y rostro de personajes. Las figuras de bulto presentan, por el contrario, proporciones alargadas en exceso pero una técnica más fina, sobre todo las esculturas de San Pedro y San Pablo que son las más logradas del conjunto, así como el grupo de la Asunción de la Virgen.
  El sagrario en forma de templete abierto es de estilo barroco realizado en el siglo XVIII por Francisco Javier de Coll igual que la decoración del ático. De esta misma centuria data el dorado del retablo que corrió a cargo del dorador Antonio Osorio en el año 1765, tasándolo a continuación Manuel Mendieta, maestro dorador de Logroño. El expositor actual, situado sobre el sagrario, es moderno.

                                                          Enviado por Iñaki.